No podía faltar mencionar al fantástico investigador científico japonés Masaru Emoto. Que ya es bastante conocido pero si alguien no se ha enterado de este descubrimiento ya lo comento. Nos muestra cómo el ambiente que rodea a una molécula de agua afecta directamente a su estructura, incluso hablándole en diferentes idiomas, lo importante es la intención de esas palabras.Algunas veces, cuando no podemos ver el resultado inmediato de nuestras oraciones y afirmaciones, pensamos que estas han fracasado. Pero ya tenemos pruebas científicas de que nuestras palabras son mágicas. Nuestro cuerpo está formado por 80% de agua. Cuantas cosas bonitas podríamos decirnos y mejorar nuestra salud física y mental. ¿Podrías imaginarlo? Qué maravillos@s somos!!
