Tal vez no nos damos cuenta, hasta dónde puede llegar nuestra percepción de las cosas que nos rodean, de lo que percibimos de los demás, de nosotros mismos, cómo nos desenvolvemos, ¿es siempre igual o varía según nuestras emociones, o lo que escuchamos a nuestro alrededor?
He tenido la suerte poder observar diferentes puntos de referencia dentro de mi y a partir de ahí percibir mi isla interior y la de los demás. Cuando hice el mayor cambio en vida, fue cuando salí de mi tierra, crucé el mar y me planteé vivir en un sitio completamente diferente. Los valores culturales de las personas en mi nueva tierra fueron completamente opuestos a la anterior. Esto supuso un gran cambio de visión y de expectación dentro de mi. Nunca llegué a sospechar lo diferentes que podemos llegar a ser si vivimos en un sitio o en otro. Mi mente se abrió, se expandió y se aclaró. Ver tanta gente con valores tan diferentes a los míos y a los de mi otra tierra. Incluso sus problemas con la misma base dentro de esa población, ver a los grupos de gente, sus familias, sus amigos. Todos como en varias cápsulas marcados con las mismas inquietudes, problemas e ilusiones. Una cápsula dentro de un país, que a la vez está metida dentro de otra que es una población, luego otra, otra dentro de la familia, otra en el trabajo, otra con los amigos, todos en capsulitas o en urnas de cristal. Así hasta llegar a la nuestra que está formada por unas cuantas más.
Poder verlas significa darte cuenta de la irrealidad de un problema, de soltar esos velos que tanto nos nublan, y liberarnos de unas cuantas cápsulas para ver mejor el cielo. Aunque es muy fácil entrar en una sin darnos cuenta, y es cuando huimos de nosotros mismos.
Te invito a observar :-)
Mercedes.RM (adamea)
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